El Carnaval de Barranquilla es una explosión de música, color y alegría donde tradición y cultura se mezclan en desfiles, danzas y disfraces que celebran el alma caribeña de Colombia.
El Carnaval se celebra cuatro días antes del Miércoles de Ceniza, lo que suele suceder en los meses de febrero o marzo.
Batalla de FloresLa Batalla de Flores es el desfile inaugural y más emblemático del Carnaval de Barranquilla, celebrado desde 1903 para conmemorar el fin de la Guerra de los Mil Días. En lugar de enfrentamientos, se libró una “batalla” de alegría, música y flores. Se realiza en la Vía 40, donde desfilan carrozas decoradas, comparsas, danzas folclóricas y disfraces tradicionales como la Marimonda y el Garabato. Es una explosión de color y creatividad que simboliza la paz, la identidad y el orgullo del Caribe colombiano, consolidándose como una expresión viva del patrimonio cultural de la nación.
La Guacherna es un desfile nocturno y tradicional del Carnaval de Barranquilla, que marca el inicio del precarnaval. Su nombre viene del “guache”, instrumento que antes se usaba para convocar a los vecinos a bailar por las calles con faroles, velas y tambores. Surgió a inicios del siglo XX y fue revivida por Esthercita Forero en los años 70. Hoy, la Guacherna ilumina la ciudad con comparsas, cumbia, millo y alegría popular, reflejando el espíritu comunitario, festivo y caribeño de Barranquilla.
Ritmos caribeños como la cumbia, el mapalé, el porro, la puya, el bullerengue… todos entran en escena. La cumbia aparece como uno de los principales lenguajes del carnaval.
Hay comparsas (grupos de baile) que llevan trajes tradicionales, máscaras, personajes con mucho humor (como la marimonda), y otros que cuentan historias de la región.
El cierre del Carnaval de Barranquilla se celebra el martes de carnaval con el tradicional Entierro de Joselito Carnaval, símbolo de la fiesta y la alegría barranquillera. Joselito “muere” tras cuatro días de baile y desenfreno, en un cortejo fúnebre lleno de música, humor y dramatismo, donde comparsas y disfraces despiden al personaje entre risas y lágrimas. Este acto marca el fin oficial del carnaval y representa el descanso después de la fiesta, dejando el mensaje de que la alegría volverá el próximo año. Es una mezcla perfecta de tradición, folclor y espíritu popular.
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