Firavitoba, en Boyacá, es un municipio de raíces chibchas con historia colonial, majestuosa basílica gótica, riqueza cultural y atractivos naturales de gran valor ecológico.
Fecha de Fundación: 23 de octubre de 1655.
El nombre Firavitoba proviene del idioma chibcha. Cuando los españoles llegaron al caserío, este era conocido como Firavia, en honor al cacique local. Según la tradición, los colonizadores modificaron el nombre al añadir la palabra Toba y suprimir la última vocal, dando origen a la denominación actual. Antes de la conquista, Firavitoba ya era un asentamiento indígena de relevancia: en la provincia de Iraka, con capital en Suamox (hoy Sogamoso), el cargo de sumo sacerdote solo podía ser ocupado por un caballero originario de Tobaza o Firavitoba, elegido por los Usaques.
Firavitoba es un municipio y pueblo perteneciente a la provincia de Sugamuxi, en el departamento de Boyacá, Colombia.
Su temperatura promedio es de 15 ºC y una precipitación media anual de orden de 750 mm.
Ubicada en la vereda Alcaparral, en los límites de Firavitoba, la Iglesia de la Misericordia (también llamada El Señor de La Misericordia o La Misericordia de Dios) fue inaugurada el 19 de agosto de 2007. Este lugar de oración se convirtió en un punto de acogida para peregrinos que acudían atraídos por relatos de milagros y experiencias espirituales vinculadas a la fe y devoción de la señora Ecelmira Torres Pérez, a quien se le atribuye la veneración de este espacio sagrado
El Templo de Nuestra Señora de las Nieves comenzó a construirse en 1873, gracias al impulso del padre Ramón Ignacio
Avella, quien tras un viaje a París obtuvo la maqueta de una iglesia europea que serviría de modelo para levantar esta majestuosa obra en piedra. Ubicada en el corazón de Firavitoba, se trata de un imponente templo de estilo gótico con influencia europea, que destaca por sus tres naves, ojivas, vitrales, pisos de mármol y un elegante baldaquino. Con 76 metros de longitud, 27 metros de fachada y 72 metros de altura, es reconocida como la tercera iglesia más grande de Colombia y la primera en dimensiones dentro del departamento de Boyacá, constituyéndose en uno de los mayores orgullos arquitectónicos y culturales de la región.

La Fuente de Los Alisos está conformada por cuatro nacimientos de agua, siendo el principal el que da nombre al lugar. Este manantial, resguardado por un kiosco de teja de barro, abastece tanto al centro recreacional y turístico Los Alisos como al acueducto que suministra a parte de la comunidad. En tiempos pasados, la fuente también cumplió un papel social al funcionar como lavadero comunal, punto de encuentro para los habitantes.
Ubicado junto a la plaza principal, este edificio emblemático forma parte del conjunto arquitectónico que destaca en el centro histórico de Firavitoba. Representa la presencia del gobierno local y refuerza la identidad institucional del municipio.
Situado al sur del parque principal, este centro cultural exhibe murales que representan a artesanos locales en plena labor, lo que evidencia su rol activo en la preservación de oficios y tradiciones firavitobenses. Además, la Casa de la Cultura sirve como punto de convergencia para encuentros comunitarios y expresiones artísticas.
Se trata de una cascada ubicada en medio de un cañón rocoso, cuyo nombre proviene de las águilas que solían anidar en sus peña
s. Está situada aproximadamente a 4 km del pueblo y comenzó a recibir turistas hace cerca de 50 años. Este atractivo natural ofrece a los visitantes la oportunidad de contemplar un bosque nativo, junto con su variada fauna y flora. Aunque actualmente es propiedad privada, sigue formando parte del patrimonio ecológico de Firavitoba y se están realizando gestiones para implementar un sendero interpretativo en la zona.
La tradición oral cuenta que en la Cueva del Viejo existía un lago que guardaba un tesoro en forma de una gallina con sus polluelos de oro. Hace más de 160 años, un anciano ermitaño y su esposa se establecieron en los terrenos cercanos y comenzaron a trabajarlos. Los habitantes relatan que aquel hombre era muy celoso de su territorio y no toleraba que extraños se acercaran a la cueva. Se dice que, cuando alguien intentaba irrumpir en el lugar, caían torrenciales aguaceros, y en una de esas crecientes el agua arrasó con el tesoro, ocultándolo para siempre.
Son una de las celebraciones más importantes de Firavitoba en honor a su santo patrono. Incluyen misas solemnes, procesiones y actividades comunitarias que congregan a los habitantes en un ambiente de devoción y alegría.
Se vive como un tiempo de reflexión y recogimiento. Durante estos días se realizan procesiones, representaciones de la Pasión de Cristo y celebraciones litúrgicas que reafirman la tradición religiosa del municipio.
Conmemoran el esfuerzo del campo y la abundancia de los cultivos locales. La comunidad participa en ferias agrícolas, concursos y actividades culturales que resaltan la importancia de la agricultura en la vida de Firavitoba.
Cocido Boyacense: Considerado uno de los platos más emblemáticos de la región, es un guiso sustancioso que combina diversos tubérculos como papa, yuca y arracacha, con carnes de cerdo y res. Ideal para el clima frío, suele servirse acompañado de arroz, aguacate y arepas.
Cuchuco de Trigo: Esta sopa espesa se prepara a base de granos de trigo, cocidos lentamente con carne generalmente de cerdo y vegetales como papa y habas. Es altamente nutritiva y muy apreciada en Firavitoba, sobre todo en los meses más fríos.
Arepas Boyacenses: De mayor grosor que las de otras regiones, se elaboran con maíz pelado y suelen rellenarse con queso o acompañar guisos y preparaciones típicas, manteniendo su carácter artesanal.
Ajiaco: Aunque su origen se asocia principalmente con Bogotá, también forma parte de la oferta gastronómica de Firavitoba. Es una sopa espesa elaborada con varias clases de papa, pollo y la tradicional guasca. Se sirve con arroz, aguacate y alcaparras.
Trucha: Gracias a la cercanía de fuentes de agua, la trucha es un pescado muy presente en la cocina local. Se prepara en diferentes versiones: frita, al ajillo o incluso en ceviche, resaltando su frescura y versatilidad.
Masato: Bebida fermentada elaborada a base de arroz, maíz o piña. Aunque hoy en día su consumo es menos frecuente, aún se disfruta en celebraciones y reuniones tradicionales.
Chicha: Tradicional fermentado de maíz, asociado a las festividades y costumbres ancestrales. Su consumo ha disminuido con el tiempo, pero sigue siendo un símbolo de la cultura popular en Firavitoba.
El paisaje vegetal de Firavitoba incluye tanto vegetación arbustiva natural como zonas con rodales de Eucalyptus globulus, especialmente en veredas como Irboa, Monjas, Diravita Alto y La Victoria, gracias a estudios de caracterización ambiental realizados en la región. Además, la implementación reciente de la estrategia “Montaña Viva” ha impulsado la siembra de 2.000 plantas nativas en la vereda La Victoria (sector Alto de Curíes), fortaleciendo la restauración ecológica y la biodiversidad local.
La fauna silvestre de Firavitoba está caracterizada principalmente por especies cosmopolitas, capaces de adaptarse a cambios en su hábitat derivados de la colonización humana. Entre los mamíferos detectados se incluyen murciélagos insectívoros como Sturnira bidens y Sturnira bogotensis, encontrados en cavernas y nacientes de la región, además de roedores que, aunque vistos como plaga, juegan un rol importante en la cadena trófica local.
El poblado está dividido en las siguientes veredas: Centro, Alcaparral, Calavernas, Diravita alto y llano, Mombita alto y llano, Las Monjas, Ocán, Irboa, Baratoa, San Antonio, El Bosque, Tintal, Gotua, La Victoria y Cartagena.
Capital: Firavitoba
Área: 109 km2
Población: 7.261 habitantes
Gentilicio: Firavitibense
Temperatura: 14 a 15 °C
Altitud: 2.490 - 7.261 m.s.n.m
Ubicación: Colombia - Andes - Boyacá
Distancias:
10.0 km de Sogamoso
77.0 km de Tunja
213.0 km de Bogotá
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